España protege a las mujeres extranjeras víctimas de violencia de género: pueden obtener residencia legal
En España, la lucha contra la violencia de género no solo se refleja en el ámbito penal y social, sino también en el ámbito migratorio. Las mujeres extranjeras que sufren este tipo de violencia pueden acceder a una autorización de residencia y trabajo, incluso si se encuentran en situación irregular.
Así lo establece la Ley Orgánica 4/2000 sobre derechos y libertades de los extranjeros en España, más conocida como Ley de Extranjería, concretamente en su artículo 31 bis, que reconoce el derecho de las víctimas a regularizar su situación por razones humanitarias.
Regularización por violencia de género
Según la normativa, una mujer extranjera víctima de violencia de género puede solicitar una residencia temporal por circunstancias excepcionales. Esta medida tiene como objetivo garantizar su protección, estabilidad y acceso a una vida libre de violencia.
Para iniciar el proceso, no es necesario que exista una sentencia firme. Basta con presentar una orden de proteccióno un informe del Ministerio Fiscal que confirme la existencia de indicios de violencia.
Mientras se tramita el proceso penal, la ley también permite solicitar una autorización provisional de residencia y trabajo, protegiendo a la víctima de una posible expulsión del país.
Protección también para sus hijos
La protección se extiende a los hijos menores de edad de la víctima, quienes también pueden obtener una autorización de residencia. En casos de especial vulnerabilidad, como víctimas con hijos a cargo o sin red de apoyo, los servicios sociales pueden intervenir y brindar asistencia adicional.
Un sistema integral de apoyo
Además de la protección legal, las víctimas extranjeras tienen derecho a asistencia jurídica gratuita, acceso a servicios sociales y atención especializada.
España busca con estas medidas no solo proteger a las mujeres, sino también enviar un mensaje claro: denunciar es el primer paso para salir del círculo de violencia y comenzar una nueva vida, también en situación regular.

